Pero después de la tempestad viene la calma, y eso debió ser lo que pensó el equipo de Alcobendas que salió relajado y con poca intensidad al comienzo del encuentro; más pendiente de las condiciones de la pista que del rival. Y al contrario que Alcobendas, Rivas estuvo en los inicios mucho más valiente y dinámico y con una posición en el campo bastante ejemplar. Lo que supuso rápidamente una ventaja clara y contundente en el marcador.
Poco a poco Alcobendas fue ganando confianza y pudo conseguir parar el embate de Rivas. Pero las pérdidas de bola en pases horizontales y flojos, así como un ataque sin mucho peligro hizo a la defensa de Rivas un bastión difícil de superar. Poco a poco Rivas se fue distanciando en el marcador, gracias a un juego mucho más rápido y con un alto porcentaje en la posesión de la bola. Ante este panorama, Alcobendas daba la impresión de haber tirado la toalla, regalando incluso un gol que no dejaba ver si no una primera parte llena de imprecisiones y sin espíritu de lucha. Fin de la primera parte. Lo mejor que le podía pasar a Alcobendas, sólo que el resultado arrojaba un 0-5 para Rivas.
Los comienzos de la segunda parte fueron totalmente contrarios a la primera. Alcobendas, con un marcador casi insalvable, no sólo demostró que el juego de la primera parte había sido un espejismo, sino que incluso con los más jóvenes del equipo, chavales con menos de dos años en esto del hockey (a pesar de sus avanzadas edades), remontó con buen juego y elegancia un total de tres goles en un periodo de poco más de cinco minutos.
Cabe destacar a uno de estos jugadores, que fue Ricardo. Los tres goles fueron materializados por él, por lo que a la postre le dio derecho a llevarse la bola no firmada (por la escasez de espacio). No obstante se la hubiera llevado de todas formas porque era suya. Después de esta pequeña remontada, el equipo de Alcobendas tuvo que dar descanso a este crack goleador del partido (aunque vaya en contra de los cánones del hockey cambiar a un jugador en racha), pero la filosofía de este equipo es jugar para divertirse y son muchos los que querían jugar. Debieron verlo negro los de Rivas porque sacaron toda la artillería pesada a la pista. Consiguieron así frenar la remontada que por un momento parecía posible, y quedó en una lucha intensa bastante más interesante que la de la primera parte. Al final el contraataque de Rivas sentenció el duelo y dejó el marcador final en un justo 4-10.
Goleadores Rivas: Casas(3), Roget(3), Vecino, Lindo, Cidra y Hans (en propia puerta). Alcobendas: Ricardo (4).
( Cronista: César; reportero gráfico: Víctor; ¡GRACIAS! )
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